El estrés se ve reflejado muchas veces en síntomas como la depresión estacional que llega a aislarnos del exterior si no reconocemos sus señales de alerta.
Los síntomas del trastorno afectivo emocional suelen aparecer regularmente cada invierno.Se realiza el diagnóstico cuando los síntomas aparecen durante tres inviernos consecutivos o más.
Incluye los siguientes síntomas:
- Problemas de sueño: suele haber un deseo de dormir más cantidad de horas, con problemas para permanecer despierto, aunque en algunos casos se dan perturbaciones del sueño y despertar temprano.
- Letargo: da la sensación de fatiga e incapacidad para llevar a cabo las tareas de la vida diaria normal.
- Exceso de apetito: aparece un deseo por consumir carbohidratos y alimentos dulces, lo que suele dar lugar a un aumento de peso.
- Problemas psicológicos: tristeza, apatía, baja autoestima, desesperación, sentimientos de culpa y en ocasiones una capacidad para sentirte disminuida.
- Problemas sociales: irritabilidad, deseo de evitar el contacto social, mayor sensibilidad al rechazo social.
- Ansiedad: tensión e incapacidad para tolerar el estrés.
- Pérdida del deseo sexual: el interés en el sexo y el contacto físico está disminuido.
- Cambios de humor: en algunos casos se dan estados de ánimo extremos y cortos períodos de hipomanía.
La mayoría de personas que padecen depresión estacional muestran signos de un sistema inmunitario debilitado durante el invierno y son más vulnerables a infecciones y otras enfermedades.