La sudoración es una función esencial que ayuda al cuerpo a permanecer fresco. Pero cuando tenemos una sudoración excesiva por estrés se convierte en un problema.
El sudor o transpiración se presenta comúnmente debajo de los brazos, en los pies y en las palmas de las manos.
Las afeciones que el estrés produce son varias. La sudoración excesiva no solo afecta el aspecto físico sino también emocional pues el sudor mancha la ropa y causa mal olor lo que provoca vergüenza, preocupación y hasta desesperación en quien lo padece.
Es una sensación con la que muchos se podrán identificar. Tienes una entrevista de trabajo, debes hablar ante un público o, simplemente, tienes una presentación en clase. De momento sientes que comienzas a sudar en exceso aunque eres consciente de que la temperatura en el lugar en el que te encuentras es agradable y que, probablemente, eres la única persona que está sudando.
- Se trata de una reacción al estrés y hay quienes son más susceptibles a sudar cuando se sienten nerviosos o ansiosos.
Cuando estamos estresados nuestro cuerpo responde de inmediato, se activan una serie de sistemas de nuestro organismo que originan entre otras cosas, incrementos de adrenalina en sangre, aumento de la secreción de sudor por las glándulas sudoríparas, aumento de la frecuencia cardíaca, etc.
Aunque pienses que no sea una condición que presente riesgo alguno para la salud, puede causar serios traumas e, inclusive, puede interferir con la habilidad para trabajar adecuadamente. Procura consultar con tu médico.