Si llegas a tu centro de labores y sientes que no tienes ganas de seguir trabajando, lo más seguro, es que padezcas los síntomas del estrés posvacacional.
Regresar de unas merecidas vacaciones y encontrarse con la rutina del trabajo, puede desencadenar estrés posvacacional.
Los síntomas que presenta son sencillos de reconocer:
- Te sientes pesado, desanimado y sin fuerzas para trabajar.
- Tu ambiente laboral te parece monótono y estresante.
- Pierdes la motivación y el interés por trazarte metas y cumplirlas.
- Tu capacidad y producción disminuye.
- Tienes una actitud negativa.
- No estás concentrado en tu trabajo.
- Vas perdiendo la comunicación con tu entorno laboral: jefes, colegas, etc.
- Tu carácter se vuelve más irritable.
- Comienzas a perder el apetito.
- Padeces de trastornos del sueño.