Existen muchas formas de prevenir el estrés antes que se presente en el organismo. La mayoría piensa en como combatir el estrés pero lo cierto es que resulta más efectivo y oportuno pensar en cómo evitarlo antes de saber que lo sufrimos. Es mucho mejor prevenir esta reacción negativa antes de que necesite de un tratamiento más específico.
No debemos llevar problemas laborales a casa ni irnos a dormir con preocupaciones. Si es así, lo más probable es que no disfrutemos de nuestras horas de sueño porque tenemos una molestia que no está dando vueltas en la cabeza.
Otra forma de prevenir el estrés es estar dispuestos a relajarnos en cualquier momento y no sentir que siempre tenemos algo más por hacer. Creer que siempre nos estamos olvidando de algo no nos dejará tranquilos.
No debemos dejar que muchas tareas atraviesen nuestra mente al mismo tiempo. Pensar en más de una obligación solo nos pondrá tensos.
Por último, evitar que problemas menores nos irriten o impacienten. Quizá no nos demos cuenta pero las molestias constantes nos generarán estrés de manera inevitable.