Entre los síntomas del estrés tenemos un tipo de trastorno de sueño que es el insomnio. Este mal presenta a su vez una clasificación que no debes dejar de leer.
En la clasificación del insomnio se pueden utilizar diferentes criterios que nos evidencian distintos tipos.
En la función de la duración
- Agudo o transitorio. Dura 2-3 días y a continuación desaparece. Suele aparecer relacionado con situaciones estresantes no habituales como exámenes, viajes o trabajo. No se recomienda tratamiento, ya que remite cuando se elimina la causa que ha provocado la situación de estrés.
- De corta duración. Dura un máximo de 4 semanas y se relaciona con situaciones estresantes de mayor duración o gravedad, problemas familiares, económicos, laborales, etc.
- Crónico o de larga duración. Dura más de 3 semanas o un mes. Sus causas son múltiples y muchas veces no están claras. Para muchos se trataría del verdadero insomnio.
En función de la intensidad
- Leve o ligero. Se presenta casi cada noche, pero se asocia con un deterioro mínimo de la calidad de vida.
- Moderado. Se sufre cada noche. Se relaciona con un deterioro moderado de la calidad de vida y se observan síntomas asociados como irritabilidad, ansiedad, fatiga, etc.
- Grave. Igual que el anterior, tiene lugar cada noche y se relaciona con un deterioro moderado de la calidad de vida, pero en este caso los síntomas asociados se presentan con una intensidad mayor.
Según su naturaleza y forma de presentación
- De conciliación. Cuando se tarda más de 30 minutos en conciliar el sueño.
- De mantenimiento. Cuando el sueño se ve interrumpido durante la noche y hay dificultad para volver a conciliarlo.
- De despertar precoz. El individuo se despierta antes de lo normal. Es más frecuente en ancianos y en pacientes con depresión.