Aliviar la tensión que se acumula en tus pies después de un día agotador está al alcance de tu mano con un método sencillo de realizar.
Para aquellos días en los que caminamos de un lado a otro sin descansar, sigue la siguiente técnica:
- Pon a calentar agua y luego colócala en una tina o en un recipiente grande en el que puedan entrar tus pies.
- En seguida vierte media taza con sal fina y disuélvela, agrega agua fría para introduzcas tus pies en el agua por 20 minutos.
- La placentera sensación de relajación se sentirá de inmediato.
Nada mejor para combatir los síntomas de tensión en tus pies que con agua caliente, con ella harás de un día problemático, la fórmula para recobrar tus energías.