Diferenciar entre un acoso laboral y roces naturales de trabajo es importante a la hora de diagnosticar si uno pasa por un problema o no de mobbing laboral.
Hay señales que debemos tener en cuenta para averiguar la diferencia que existe entre el acoso laboral y los problemas comunes del trabajo.
- Mobbing laboral
- El agresor presenta una actitud reservada ya que inician sus agresiones de forma oculta, clandestina y son sutiles al inicio pasan desapercibidas sus verdaderas intenciones.
- El aumento del hostigamiento es progresivo.
- Las acciones abusivas en contra de la víctima son permanentes.
- La finalidad del agresor es que el trabajador renuncie, deje su puesto laboral, se retire voluntariamente; apartar al trabajador de la empresa por medios que atentan contra su salud y dignidad.
- El agresor daña a su víctima de manera constante de forma sistemática y psicológica.
- Roces de trabajo
- Aquí no hay agresores, sino se expresa de forma visible y expuesta las preferencias, ideas o desacuerdos que se tiene en la forma de pensar, actuar o trabajar. Se actúa a nombre personal.
- Las manifestaciones de pensamientos o expresión de ideas son en determinados espacios de tiempo y lugar.
- Los desacuerdos o problemas son momentáneos, llegando a una resolución del conflicto.
- La finalidad de la intervención constante, no es hacer dañoa, ya que se persigue lograr objetivos trazados.
- No existe daño por parte de un agresor, excepto el típico malestar que se da en un ambiente de trabajo, que llega a un arreglo o entendimiento.
Podríamos decir, entonces, que el mobbing laboral se distingue por:
- Actuar oculto del agresor o agresores.
- Aumento progresivo de la violencia moral.
- Permanente práctica de acoso laboral.
- Daño psicológico del trabajador.