Los grados del acoso laboral están determinados por la intensidad, duración y frecuencia con que aparecen las diferentes conductas de acoso.
Estos son los tres grados, identificados, en el mobbing laboral:
- Primer grado: La víctima es capaz de hacer frente a los ataques y de mantenerse en su puesto de trabajo. Hay quienes ignoran las burlas, humillaciones y quienes encaran a sus agresores. A pesar de ello, la víctima no puede evitar sentir desconcierto, ansiedad e irritabilidad ante lo que le está sucediendo.
- Segundo grado: En esta situación de acoso resulta difícil que la víctima pueda eludir los ataques y humillaciones de las que es objeto. Algunos síntomas que pueden llegar a manifestar aquellos que han sido expuestos de manera prolongada y sistemática a tales ataques son: alta presión sanguínea, insomnio, problemas gastrointestinales, dificultades de atención y concentración, aumento o pérdida excesiva de peso, síntomas depresivos, abuso de sustancias, evitar toda situación relacionada con el conflicto, o aparición de fobias.
- Tercer grado: Cuando se llega a este grado, los daños psicológicos que padece la víctima requieren de tratamiento especializado. Algunos de los síntomas indicadores de una situación de acoso de tercer grado son: depresión severa, ataque de pánico, accidentes, conductas agresivas, o intentos de suicidio.