Este trastorno de ansiedad surge después de que una persona pasa por un evento o hecho traumático.
Aunque los síntomas de las personas que tienen el trastorno de estrés postraumático pueden ser muy diferentes, por lo general se incluyen en las tres categorías siguientes:
- Repetición de la vivencia: las víctimas tienen recuerdos o pesadillas recurrentes y repetitivas sobre el hecho que les causó tanta presión y angustia. Muchos de ellos padecen de “flashbacks”, imágenes repentinas del suceso; alucinaciones u otros sentimientos vívidos como si la tragedia estuviera ocurriendo o fuera a suceder. Por otro lado, otros soportan gran tensión psicológica o fisiológica cuando ciertos objetos o situaciones les recuerdan el evento traumático.
- Evasión: muchas personas evitan las cosas que les recuerdan la experiencia vivida lo que conlleva a una negación de todo tipo: pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el incidente; así como actividades, lugares o personas que les recuerdan el hecho. También se puede ir al otro extremo de evasión del tema a ningún tipo de interés por la vida y la desesperanza.
- Aumento de la excitación emocional: los síntomas más comunes de esta etapa son: se comienza a sufrir de trastornos de sueño, estrés, ansiedad, tensión, irritabilidad, dificultad para concentrarse, volverse muy atentos o cautelosos.